
Con la llegada de las últimas tecnologías como son la resolución 4K y HDR, las mediciones de color anteriores se han quedado obsoletas y es necesario actualizarlas. Han surgido recientemente, nuevos espacios de color, para medir el rango de colores que puede reproducir una pantalla.
Los más conocidos son, el DCI-P3 y el REC BT.2020. Estos espacios, suelen ser medidos con un diagrama y unas coordenadas, para representar la gama de color que reproduce. Hasta ahora, estos gráficos estaban representados en dos dimensiones pero con la llegada del formato HDR, esta medida no muestra de manera fiel el color que puede reproducir un televisor o monitor.
Por ello, últimamente el concepto denominado volumen de color, se está empezando a emplear para hablar del rango de color que puede mostrar una pantalla 4K con HDR.
Volumen de color: ¿qué es y qué información proporciona?
Como decíamos, hasta ahora el rango de color se estaba midiendo en un gráfico en dos dimensiones. Cuando se muestran gráficos enseñando la gama de color, por lo general se usa el espacio de color CIE 1931, que muestra el espectro de color que puede ser visualizado por el ojo humano. Hasta ahora, para los contenidos en HD, se estaba utilizando para medir el color, el espacio BT.709. Este espacio, representa en torno al 35,9% del espectro de color visible por el ser humano.
Con la llegada de los televisores con panel de 10 bits y HDR, se están utilizando otros espacios. Estos son el DCI-P3 que representa alrededor de un 45,5% y el BT.2020 que llega hasta el 75,8% del espectro visible por el ojo humano.

En el gráfico que comentábamos el CIE 1931, se muestran las variables ‘x’ en la parte horizontal e ‘y’ en la vertical. El problema, es que aquí falta un elemento clave en la medición de color, que es el nivel de brillo. El volumen de color añade a la medición diferentes niveles de brillo, por lo que se genera un diagrama en 3D con esta nueva dimensión. Se añade al gráfico la variable Y que representa la luminancia o brillo.

La medición del color de un televisor, siempre se hacía a unos valores de brillo muy bajo, alrededor de los 100-200 nits como valor estándar o al 75% del pico máximo de brillo que tenía el televisor. Con las nuevas pantallas compatibles con HDR que hay en el mercado esta cifra es superada con creces.
Actualmente hay algún modelo como el Samsung QN900A, que ofrece picos de brillo que alcanzan hasta los 4.000 nits. Y en los próximos años, van a lanzarse televisores que superen esta cifra e incluso ya se han presentado prototipos que van a ser capaces de alcanzar picos de brillo de hasta 10.000 nits. Tal nivel de brillo por supuesto, no de manera general en la imagen sino en puntos muy concretos.
El problema a día de hoy, es que no hay apenas ningún televisor que cubra todo el espectro DCI P3 y menos aún el Rec.2020. Como resultado, tienen que recortar los colores que se encuentran fuera de sus capacidades o comprimir los colores para ajustarlos a las limitaciones de visualización (o alguna combinación de estos dos) en un proceso llamado mapeo de tonos.
Por desgracia, no existe ningún estándar para calibrar estos espacios de colores más amplios porque no hay referencia de lo que debe hacer una pantalla y cómo se debe realizar este mapeo de tonos.
Televisores con mejor volumen de color
Con el volumen de color, se mide por tanto, como un televisor o monitor reproduce los colores en todos los niveles de brillo. Normalmente, cuando se reproduce una imagen con un nivel de brillo elevado, la saturación de los colores baja y pierden intensidad.
Los colores convergen hacia el blanco y la imagen por tanto aparece más lavada y se pierde fidelidad y realismo. Lo mismo sucede en las escenas más oscuras. En ellas, los colores suelen tender hacia el color negro perdiendo detalles del color.
Los televisores que reproducen más volumen de color actualmente, son los modelos QLED de Samsung gracias a la aplicación de diferentes tecnologías como son el uso de puntos cuánticos.
En resumen, el volumen de color es una forma de medir de manera más fiel, el color que puede representar un televisor o monitor al añadir la luminancia en la ecuación.